En el mundo de las tecnologías de la información, en rápida evolución, la excelencia en la prestación de servicios es primordial. Un concepto que ha ganado adeptos en los últimos años y se ha convertido en una parte crucial de la infraestructura de TI es la supervisión del rendimiento de aplicaciones (APM). Pero, ¿qué es exactamente la APM y por qué es tan esencial para los equipos de TI? Vamos a profundizar en esto.
¿Qué es la APM?
La supervisión del rendimiento de aplicaciones es la práctica de gestionar el rendimiento, la disponibilidad y la experiencia del usuario de las aplicaciones de software. Emplea el seguimiento y la supervisión para detectar y diagnosticar problemas complejos de rendimiento de las aplicaciones con el fin de mantener el nivel de servicio esperado. APM es la traducción de las métricas de TI en significado empresarial (es decir, valor).
¿Por qué es importante la APM para los equipos informáticos?
En la era digital actual, las empresas dependen en gran medida de las aplicaciones para funcionar con eficacia. Cualquier tiempo de inactividad o problema de rendimiento puede acarrear pérdidas significativas, como la reducción de la productividad, la insatisfacción de los clientes y la posible pérdida de ingresos. Ahí es donde entra en juego la APM, proporcionando a los equipos informáticos información en tiempo real sobre el rendimiento de las aplicaciones, lo que les permite identificar y resolver los problemas antes de que afecten a los usuarios finales o a las operaciones de la empresa.
¿Cómo funciona la APM?
La APM funciona recopilando datos de varias fuentes, como registros de aplicaciones, datos de servidores y actividad de los usuarios en tiempo real. A continuación, estos datos se analizan para obtener información clave sobre el rendimiento y el uso de las aplicaciones. La información puede utilizarse para identificar cuellos de botella, descubrir anomalías, comprender el comportamiento de los usuarios, etc.
Suele tener cinco dimensiones:
- La experiencia del usuario final: comprender cómo afecta el rendimiento de las aplicaciones al comportamiento de los usuarios.
- La arquitectura de aplicaciones en tiempo de ejecución: descubrir y modelar los componentes y dependencias de la aplicación.
- Las transacciones comerciales: controlar y hacer un seguimiento de las transacciones definidas por el usuario para identificar problemas de rendimiento.
- La profundización en componentes: diagnosticar de la causa raíz de los problemas de las aplicaciones.
- La estadística: aprovechar los datos recopilados para análisis predictivos y elaboración de informes.
Ventajas de la APM
Las ventajas de implantar la supervisión del rendimiento de aplicaciones en una infraestructura de TI son numerosas.
- Una experiencia de usuario mejorada: a supervisar el rendimiento de las aplicaciones en tiempo real, los equipos de TI pueden abordar los problemas de forma proactiva, evitando que afecten a la experiencia del usuario.
- Una mejora de la eficiencia operativa: las herramientas de APM proporcionan información valiosa que ayuda a los equipos de TI a optimizar el rendimiento de las aplicaciones, reduciendo el tiempo y los recursos necesarios para gestionarlas.
- Decisiones empresariales fundamentadas: gracias a la APM, las empresas pueden comprender cómo afecta el rendimiento de las aplicaciones a sus operaciones y tomar decisiones basadas en datos para mejorar los procesos e impulsar el crecimiento.
Adoptar la APM: potencia la eficiencia informática y el crecimiento empresarial
En el mundo actual, la supervisión del rendimiento de aplicaciones es una herramienta esencial para cualquier equipo de TI, permitiendo una gestión proactiva del rendimiento de las aplicaciones, lo que se traduce en una mejora de la experiencia del usuario, un aumento de la eficacia operativa y una toma de decisiones empresariales fundamentada. A medida que aumente la dependencia de las aplicaciones digitales, también lo hará la importancia de la APM para garantizar que estas aplicaciones aporten el valor que se espera de ellas.