Cada minuto que pasa es crucial cuando un sistema sufre un ciberataque. Es por ello que la cuarentena es uno de los primeros pasos a la hora de paliar o incluso prevenir cualquier efecto negativo del ataque. En este artículo, nos sumergiremos en la esencia del proceso de cuarentena y en lo vital que es para proteger los datos confidenciales de las amenazas maliciosas.
¿Qué es la cuarentena?
La cuarentena es el proceso de mover un archivo sospechoso de estar infectado por cualquier tipo de software malicioso. Este proceso de aislamiento impide que el archivo potencialmente comprometido infecte otras partes del sistema. Esto da a los equipos de seguridad informática tiempo suficiente para analizar y neutralizar la amenaza, evitando que agrave la situación.
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¿Cómo funciona la cuarentena?
Los equipos de seguridad de TI pasan por varios pasos cuando se realiza la cuarentena. He aquí un desglose de cómo se realiza el proceso:
- Detección
Los equipos de seguridad informática suelen usar primero herramientas vitales para detectar posibles amenazas al sistema. Estas herramientas incluyen programas antivirus, antimalware y firewall que analizan continuamente un sistema en busca de posibles anomalías, actividades sospechosas o archivos maliciosos. Los equipos de seguridad también velan por la seguridad de la red dependiendo de soluciones como los sistemas de detección de intrusiones en la red (IDS) y los sistemas de prevención de intrusiones (IPS), que pueden supervisar el tráfico de la red en busca de señales de ataque.
- Identificación
Tras la detección, los equipos de seguridad informática identifican la amenaza, lo que implica un análisis de la misma. Una vez detectada una amenaza potencial, el equipo de seguridad examina el software que utiliza, lo que le ayuda a analizar su naturaleza y gravedad. A continuación, la amenaza se clasifica en función de su tipo, ya sea un virus, un gusano o un ransomware.
- Aislamiento
El aislamiento abarca diferentes etapas, pero suele comenzar con el aislamiento de archivos. El aislamiento de archivos, o cuarentena de archivos, consiste en trasladar los archivos sospechosos a una ubicación segura y separada para evitar que infecten otros archivos, ejecuten comandos dañinos o se propaguen.
El siguiente paso es poner la red en cuarentena, en el que los dispositivos infectados se desconectan temporalmente de la red, lo que limita la propagación de la infección. En algunos casos, también es necesaria la cuarentena de usuarios, en la que se restringen cuentas de usuario específicas para evitar daños mayores a todo el sistema.
- Análisis y respuesta
Tras el aislamiento, la amenaza en cuarentena puede someterse a una inspección en profundidad por parte de expertos en seguridad en un entorno controlado. Este paso es crucial para comprender el comportamiento de la amenaza e identificar las vulnerabilidades del sistema. Además, los equipos de seguridad pueden intentar eliminar la amenaza o desinfectar los archivos infectados utilizando software de seguridad. El software vulnerable también se actualiza con parches de seguridad para evitar futuros ataques.
- Control y prevención
Las medidas preventivas se aplican desplegando sistemas de seguridad que escanean continuamente el sistema y la red en busca de posibles amenazas. Los sistemas de seguridad se actualizan constantemente con los últimos parches de seguridad para combatir posibles amenazas futuras. La vigilancia y la prevención también se amplían educando a los usuarios del sistema para que reconozcan y eviten los ataques de phishing, los archivos maliciosos descargables y otras amenazas a la seguridad.
Buenas prácticas para poner dispositivos en cuarentena
Políticas y procedimientos de cuarentena eficaces
- Deben comunicarse y acordarse directrices para el análisis, la retirada y la restauración, con el fin de establecer políticas y procedimientos claros para el tratamiento de los artículos en cuarentena.
- Dado que las amenazas evolucionan continuamente, debe haber revisiones y actualizaciones constantes de las políticas de cuarentena.
- La formación y la educación son también un elemento clave de la prevención de amenazas. Educar al personal sobre los procedimientos de cuarentena adecuados, identificar y responder a las amenazas y tomar decisiones informadas son algunas de las mejores prácticas de ciberseguridad más cruciales que pueden aplicar las organizaciones.
Supervisión y revisión periódicas de los elementos en cuarentena
- El análisis de amenazas es un proceso continuo. Esto se hace comprobando regularmente la carpeta de cuarentena en busca de nuevos elementos para ver si son sospechosos de amenazas potenciales.
- También puede haber casos en los que los elementos en cuarentena se marquen falsamente. Asegúrate de que estos elementos entran en la lista de permitidos revisando periódicamente tu carpeta de cuarentena.
- Toma medidas inmediatas para eliminar o restaurar los elementos en cuarentena o para seguir investigando posibles amenazas.
Planes de respuesta a incidentes de cuarentena
- Una forma eficaz de prevenir las amenazas es emplear un equipo de respuesta dedicado que se encargue de gestionar las brechas de seguridad.
- Otra buena práctica consiste en desarrollar procedimientos para contener las brechas de la cuarentena, como aislar los sistemas infectados y bloquear el tráfico de red.
- También debe crearse y aplicarse un plan de recuperación eficaz para restaurar los sistemas y datos afectados.
- El intercambio continuo de conocimientos y la investigación pueden ayudar a mejorar los futuros esfuerzos de respuesta mediante la realización de una revisión posterior al incidente.
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Conclusión
La cuarentena es un paso importante en el control de daños, ya que evita que el sistema se vea aún más comprometido. Permite aislar elementos potencialmente dañinos que, de otro modo, podrían afectar a otros sistemas o datos. Aunque la cuarentena es un componente importante que previene los daños del sistema, debe ir seguida de las mejores prácticas para mejorar la seguridad. Combinando la cuarentena con una sólida postura de seguridad, las organizaciones pueden reducir significativamente el riesgo de ciberataques y proteger sus valiosos activos.