Existe una familia destacada en el ámbito de las unidades centrales de procesamiento (CPU), conocida como procesador ARM. Este tipo de procesador, que tiene su origen en la arquitectura RISC (ordenador con conjunto de instrucciones reducido), se ha hecho un hueco en el panorama del procesamiento informático.
En este artículo nos adentraremos en los entresijos del procesador ARM, lo compararemos con otros procesadores y exploraremos el valor de la arquitectura ARM.
¿Qué es un procesador ARM?
El procesador RISC es un tipo de microprocesador que utiliza un conjunto único de estrategias y tecnologías y es conocido por su arquitectura RISC, que ofrece una impresionante eficiencia energética. Este procesador es habitual en dispositivos móviles y sistemas incorporados por su alto rendimiento y bajo consumo.
Historia del procesador ARM
El concepto de procesador ARM nació en los años 80, en los laboratorios de Acorn Computers Ltd., una empresa informática británica. El objetivo de los ingenieros de Acorn era construir un procesador que ofreciera un rendimiento superior pero consumiera mucha menos energía. Su solución fue la Acorn RISC Machine, el primer procesador ARM lanzado en 1985. ARM Limited se creó posteriormente en 1990 como empresa conjunta de Acorn, Apple Inc. y VLSI Technology.
A lo largo de los años, los procesadores ARM han evolucionado hasta convertirse en la opción preferida para dispositivos móviles por su eficiencia energética y rendimiento. ARM forma parte integral del funcionamiento de miles de millones de dispositivos en todo el mundo, desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta dispositivos domésticos inteligentes y servidores.
ARM vs. x86
Al comparar los procesadores ARM con los x86 aparecen varias similitudes y diferencias. Ambos tipos de procesadores pueden ejecutar varios sistemas operativos y ofrecen distintos niveles de rendimiento.
Sin embargo, la principal diferencia radica en su arquitectura. El ARM utiliza una arquitectura RISC que se centra en ejecutar menos instrucciones con mayor rapidez. En cambio, el x86 utiliza una arquitectura CISC (ordenador con conjunto de instrucciones complejas), capaz de manejar un conjunto más amplio de instrucciones. Esta diferencia fundamental tiene implicaciones para el análisis de seguridad, ya que el conjunto de instrucciones más sencillo de ARM suele dar lugar a menos vulnerabilidades potenciales.
El valor de la arquitectura ARM
La arquitectura ARM tiene un valor considerable en el mundo de la informática debido a sus características y capacidades únicas:
- El coste de producción de los procesadores ARM suele ser inferior al de otros procesadores, lo que los convierte en una opción rentable para los fabricantes.
- Los procesadores ARM son famosos por su eficiencia energética, crucial para dispositivos que funcionan con batería, como smartphones y tabletas.
- La potencia de procesamiento de los chips ARM es encomiable y permite un funcionamiento fluido incluso en dispositivos compactos.
- La facilidad de uso asociada a la arquitectura ARM la convierte en una opción popular entre los desarrolladores.
El impacto de los procesadores ARM
Es innegable que los procesadores ARM se han ganado un papel importante por su eficiencia energética y su rendimiento escalable. Su rentabilidad, unida a una arquitectura simplificada, ofrece una potente combinación de ventajas que se adaptan a una amplia gama de dispositivos. De cara a futuras innovaciones tecnológicas, no cabe duda de que la influencia de los procesadores ARM seguirá marcando la trayectoria de la informática.